BIENVENIDOS


Me he decidido a escribir en este blog lo que me dé la gana, porque me da la gana y para que lo lean a los que les dé la gana. Según una de mis decenas de teorías, la gente que nos escucha (a los que padecemos de verborrea), lo hace, en la mayoría de los casos, por amor o por educación. Los primeros nos quieren y no nos quieren hacer ver que somos unos pedantes aburridos y a los segundos no les parece políticamente correcto mandarnos a la mierda, por lo que se quedan a hacer que escuchan. En ambos casos, ninguno está prestando atención, por lo que la necesidad de comunicación de todos los pensamientos que bullen en mi cabeza no se ve completada. Por este motivo he decidido escribir aquí lo que me dé la gana, entre otras cosas, mis teorías, comentarios sobre el último libro que he leído (o el que leí hace meses) o cualquier otra cosa que me apetezca, para que lo podáis leer aquellos que decidáis hacerlo, es decir, a los que os dé la gana.
Eso sí, que yo siga escribiendo en él, no depende de cuantos lectores tenga... sino de que me dé la gana hacerlo.
¡Un abrazo a todos!

viernes, 25 de noviembre de 2011

DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL MALTRATO DE GÉNERO. MÍ RETRATO DE UN MALTRATADOR.

En el día internacional contra el maltrato de género, no puedo dejar de dar mi versión. No sé si todos los maltratadores responden al mismo patrón, pero por lo menos, los que yo me he encontrado a lo largo de mi vida (más de los que me gustaría), si que se asemejan bastante.
En primer lugar considero que un maltratador es una persona con la autoestima bajo mínimos, una persona insegura, que sólo sabe o puede considerarse mejor que los demás, humillandolos.
Por lo que he podido observar, un maltratador suele ser una persona encantadora para los que no le conocen profundamente. Sé de un caso en el que un familiar preguntaba a la maltratada que qué había hecho para que el fulano en cuestión la hubiese dejado, porque no entendía que ella pudiera haber dejado a semejante persona, y mucho menos que él hubiese hecho algo malo.
Supongo que no son conscientes de su "modus operandi", pero la verdad es que en todos los casos que he observado se asemeja lo suficiente como para considerarlo como tal. Empiezan, poco a poco, apartándote  de tus conocidos, de tus amigos, e incluso de tus seres queridos, y tú, por "tener la fiesta en paz", cedes. Cuando estás aislada y no tienes con quien comentar tus problemas, comienza el "no me gusta que te pintes", "con esa ropa pareces una puta" "los hombres te miran demasiado", hasta que no te vuelves a pintar, te recoges el pelo en una coleta, te vistes con más cuidado que la mismísima Santa Teresa de Calcuta y bajas la vista cuando te cruzas con alguien, no sea que te salude y tengas montada la fiesta. En definitiva, primera fase completada: Tu autoestima está anulada y como estás aislada de los demás, no tienes a nadie que te lo diga.
Si tienen oportunidad, te forzarán a que dejes el trabajo, para poder controlarte mejor, así dependerás más de ellos, si no la tienen (porque haga falta el dinero), te martirizarán insinuándote, o tirándote a la cara que tienes una relación con uno de tus compañeros, el jefe o ambos, porque tú eres una puta ¿no?  ¿Y como conservarías el trabajo si no te tiraras al jefe si eres una inútil?

Ya te tienen donde querían, dependes directamente de él, no hay nadie que te pueda ayudar, porque la realidad es que no hay nadie, tú les diste la espalda, para vivir más tranquila, aunque el efecto fuera el contrario.
En este estado de sumisión absoluta, el maltratador se siente superior a su víctima, pero no es suficiente. Ahora tienen claro que no vas a rechistar te diga lo que te diga o te haga lo que te haga, porque tu personalidad está anulada, así que van un poco más allá (el que no lo ha hecho todavía) y te dan un bofetón, instantáneamente se arrepiente y te pide perdón, pero sin dejar de repetirte que es culpa tuya, porque le provocas, le pones de los nervios, no te estás comportando bien. Y tú te lo crees, le perdonas y hasta le compadeces. Entonces, no pasa nada si te da un bofetón, tú le perdonas, ese es el mensaje, así que vamos a ver que pasa si en lugar de un bofetón es una patada, y un empujón y unos cuantos mechones de pelo menos, etc. Y sigue sin pasar nada. Tú le perdonas porque al fin y al cabo, la culpa es tuya, eres una puta, una inútil y torpe y no te portas bien, le estabas provocando.
En la mayoría de las ocasiones, el maltratador se "envalentona" con alcohol, y entonces ya no tiene límite... pero le sigues perdonando, porque "no era él, estaba borracho".

Hay que educar a la juventud, para que estas situaciones no se normalicen. Hoy en día se ve normal que tu novio te dé caña, porque si no lo hace, es que no le importas... Tanto ellas como ellos tienen que aprender a vivir en el respeto y la igualdad y saber identificar cuando tienen delante un maltratador y condenarlo, en ningún caso aplaudirlo.

Desde aquí animo también a las personas que están inmersas en esa situación. Se puede salir, tenéis que intentarlo, no podéis quedaros ahí. Es mejor morir intentándolo, que vivir en esa tortura. Hacedlo por vuestros hijos, no los dejéis crecer en ese ambiente y hacedlo por vosotras, porque os merecéis un mundo mejor. NO los justifiqueis, son unos canallas, ni siquiera el amor es una razón para quedaros a su lado.

Y a todos los que penséis que podéis tener a alguien cerca con este problema, observad las señales y ayudadle a salir, hacerlo sólo es muy duro, y siempre viene bien una mano amiga.

¡¡Un abrazo!!!

1 comentario:

  1. Por cierto, os recomiendo un libro sobre el tema, que entre otras cosas, tiene una gran historia de amor.
    Se titula: "Los matices del gris"
    Jajajajajjaaja ;-P

    ResponderEliminar