BIENVENIDOS


Me he decidido a escribir en este blog lo que me dé la gana, porque me da la gana y para que lo lean a los que les dé la gana. Según una de mis decenas de teorías, la gente que nos escucha (a los que padecemos de verborrea), lo hace, en la mayoría de los casos, por amor o por educación. Los primeros nos quieren y no nos quieren hacer ver que somos unos pedantes aburridos y a los segundos no les parece políticamente correcto mandarnos a la mierda, por lo que se quedan a hacer que escuchan. En ambos casos, ninguno está prestando atención, por lo que la necesidad de comunicación de todos los pensamientos que bullen en mi cabeza no se ve completada. Por este motivo he decidido escribir aquí lo que me dé la gana, entre otras cosas, mis teorías, comentarios sobre el último libro que he leído (o el que leí hace meses) o cualquier otra cosa que me apetezca, para que lo podáis leer aquellos que decidáis hacerlo, es decir, a los que os dé la gana.
Eso sí, que yo siga escribiendo en él, no depende de cuantos lectores tenga... sino de que me dé la gana hacerlo.
¡Un abrazo a todos!

viernes, 11 de noviembre de 2011

ESCLAVOS DEL SIGLO XXI

"Trabajas ocho horas diarias, un tercio de tu vida, dime si eso hoy en día no es ser un esclavo"
Eso dice la canción... ¡¡Joder!! Yo trabajo nueve horas.. si sumamos la hora para comer y las tres horas y media que me tiro en los trayectos... ¿Dónde me deja eso a mí?
Bueno, pues razón no le falta, esa es la realidad, pero ¿esclavos de quien?
En mi opinión (modesta, por supuesto), esclavos de la sociedad.
Tendemos a echarles la culpa a las empresas, que son las que más cerca nos pillan, pero realmente ¿son ellas las culpables? En mi opinión, no están libres de culpa, pero la verdadera culpable de todo este tinglado es la sociedad. Ella es quien nos obliga a tener que trabajar jornadas inacabables para poder disponer de todo lo que necesitamos. La sociedad impone que para ser un adulto responsable, tienes que tener una casa/piso, y para eso disponer de una hipoteca/alquiler (para el caso...), lo que supone tener mil gastos (luz, agua, gas, mantenimiento), tienes que vestir a la última, o lo que es lo mismo, comprar ropa cada temporada (a poder ser de una talla menos, jejejejee), comprar las últimas marcas y gastarte un pastón en viajes, teatros, cine, y un largo etcétera...
Necesitamos, además, conciliar esa vida loca que llevamos con doscientas horas fuera de casa, con la vida familiar y personal... ¿cómo? Las empresas ceden muy poco y nosotros nos volvemos locos para hacer caso a nuestros hijos, a nuestra casa, a nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestra pareja.... y finalmente a nosotros mismos.... Recientemente en un programa de la tele, escuché decir a unos políticos que la realidad es que solo conciliamos las mujeres... es cierto, pero no es que los hombres no quieran hacerlo, es que no les dejan, no tienen oportunidad de elegir... ¿eso es libertad? Por otra parte las mujeres conciliamos... vale, ¿pero a costa de qué? Yo llevo un mes conciliando y estoy encantada, agradecida por la oportunidad y no lo cambiaria por nada, pero también estoy agotada, rendida, corriendo todo el día de un sitio para el otro... ( y que conste que no me quejo)
Gracias no sé a quien o a qué, yo tengo trabajo, pero cada día hablo con personas que lo están buscando y las condiciones que se ofertan son cada vez más espeluznantes. Jornadas de Lunes a Domingo, de diez de la mañana a diez de la noche por un sueldo mísero de setecientos euros... ¿hacía donde vamos? Y lo peor de todo, es que esas personas salen de la entrevista desanimadas por la mierda de trabajo, pero deseando que les llamen para empezar a trabajar, porque, al fin y al cabo, un sueldo, es un sueldo, y más vale una mierda de trabajo que nada.
En definitiva, señores políticos, necesitamos muchas cosas, entre ellas trabajo, que haga que las familias puedan costearse todas las necesidades impuestas por la sociedad, pero no un trabajo cualquiera que nos haga volver dos mil años atrás, sino un trabajo digno, con un sueldo decente y acorde al precio de la vida y una reforma SERIA, que signifique una mejor conciliación para todos de la vida personal con la laboral.
Y familias, no podemos dejarnos llevar por la sociedad y el ansia consumista y tenemos que ser conscientes de que no necesitamos tantas cosas materiales para ser felices y aprender a disfrutar de las pequeñas cosas que nos da la vida que, por suerte, son muchas.

Y ahí lo dejo... ;-P

¡¡Un gran, gran abrazo!!!!

2 comentarios:

  1. Lo primero, muchísimas gracias por el abrazo. =P

    Solo escribo el comentario para decir que creo que tienes total razón en todo!!.

    Otro abrazo enorme!.

    Raphita.

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  2. No esperaba menos... jejejejeje (es broma)

    ¡Para tí mil abrazos más!

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