INVASIÓN DE TU ESPACIO VITAL

¿Por qué nos sentimos tan incómodos al recibir un abrazo espontáneo?

Cualquier muestra de cariño de una persona que no sea de nuestra familia y/o pareja, nos hace sentir incómodos. Algunos me responderéis que es una invasión de nuestro espacio vital. ¡Y una mierda! Yo voy todos los días a trabajar en el metro y te aseguro que eso sí que es una invasión de nuestro espacio vital... y por personas que no he visto en mi vida y lo más probable es que no las vuelva a ver, pero eso no nos importa, claro, es el metro...



Los abrazos y las caricias tienen un poder que estamos desestimando. Pensad en lo bien que os sentís cuando alguien de vuestra familia os obsequia con uno de ellos. Nos sentimos reconocidos, apoyados, amados, valorados y un largo etcétera de sentimientos positivos, entonces ¿qué problema hay en que los recibamos y regalemos a todas las personas? ¿Por qué esa desconfianza? ¿Tememos que nos roben la cartera en un descuido? Piensa por un momento... si te sientes bien con los abrazos de tu familia. ¿no se multiplicaran las posibilidades de sentirte bien aceptando los de cualquier persona? (siempre dentro de unos límites, que nos conocemos...).



Alguien (a quien abrazo menos de lo que me gustaría) me mostró el otro día un vídeo muy ilustrativo sobre el tema. Te pido que si lees esto, y te da la gana, tengas a bien compartirlo con nosotros (yo no sé como se llamaba).



Bueno, como os habréis dado cuenta hoy me he levantado cariñosa... ;-) y por el temor a que me etiqueten de cosas raras, no he conseguido mi porción de cariño... así que tendré que esperar a llegar a casa y rodearme de los mios... una frustración más... pero no pasa nada porque las frustraciones son buenas!!!



¡¡¡UN ABRAZO!!!