Estoy exhausta. Cansada de querer a todo el mundo. Puede parecer raro, pero es la simple realidad. Os explico. No sé si seré yo la rarita o estamos todos igual, ya me contareis (para eso están los comentarios…) El caso es que yo quiero a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros, pero no me siento correspondida ¿la culpa es de ellos o mía? Aunque no puedo evitar encasquetársela a ellos, la realidad es que es toda mía puesto que nadie me pidió que les quisiera y la única que creó expectativas fui yo, así que ya lo veis: CULPABLE. Pero, ¿qué se puede hacer en estos casos? ¿Dejamos de querer a todos porque no nos tratan como creemos que nos merecemos? Está claro que lo mejor sería despreocuparse, pero como ya os he dicho soy rarita. ¿Tan difícil es hacer algunos gestos de cariño? ¿Pensamos que son esas muestras las que nos hacen débiles a ojos de los demás? Quizás si mostráramos más nuestro cariño dejaríamos de ser tan inseguros…
Nos movemos en una sociedad despersonalizada, donde todos vivimos tan rápido que no nos paramos a pensar en las necesidades de los que nos rodean y no hablo de cosas materiales. Una sonrisa, un abrazo, cualquier pequeño detalle puede alegrar un mal día ¿por qué escatimamos en ellos?
Así que desde aquí, a los pocos o muchos o los que os dé la gana de leer esto os hago una petición clarísima: Dejar de lado vuestras inseguridades, dejaros de mamarrachadas y ser libres para mostrar vuestro cariño, estoy totalmente segura de que eso os hará personas más seguras y alegrará la vida de los que os rodean, quien a su vez alegraran la vuestra. Y a los que ya lo hacéis: no cambiéis, porque aunque a veces es duro no sentir la empatía de los demás, les estáis haciendo más felices a pesar de que no sean conscientes de ello y eso ya merece la pena.
Creemos que estamos solos en esto, pero en realidad dependemos de todos para ser felices.
¡Un gran, gran abrazo!
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