¿Os acordáis de cómo fue el cambio
del colegio al instituto?
Recuerdo que el colegio
hizo una excursión al instituto para que lo conociéramos antes de
entrar, y estábamos todos ¡acojonados! Los veteranos del instituto
nos miraban como si fuéramos un rebaño de ovejitas y ellos el lobo
feroz. Teníamos la mosca detrás de la oreja, buscando de donde
vendría el primer globo de agua, intentando mantenernos juntos y a
ser posible en el centro del pelotón, donde era menos probable ser
objetivo de las bromas de los veteranos, pero tuvimos suerte y no
pasó nada...ese día.
El último día de
colegio, ya pensábamos que nos habíamos librado, ¡ilusos! A eso de
las cinco de la tarde se abrió la veda y el parque se convirtió en
un verdadero campo de batalla. Los “mayores” corrían detrás de
nosotros armados con kanfort, rotuladores permanentes, huevos, etc...
y a eso de las ocho no quedaba novato limpio sino que formábamos una
procesión de entes, mojados, cubiertos de yema de huevo y con la
cara negra, incluso alguno con bigote permanente...
¡Fue divertido!
Todavía me acuerdo de
las risas con mi amiga y vecina cuando llegamos a casa y nuestros
padres nos vieron de esa guisa...
¿Y vosotros? ¿Fuisteis novatos?
Un abrazo,
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