BIENVENIDOS


Me he decidido a escribir en este blog lo que me dé la gana, porque me da la gana y para que lo lean a los que les dé la gana. Según una de mis decenas de teorías, la gente que nos escucha (a los que padecemos de verborrea), lo hace, en la mayoría de los casos, por amor o por educación. Los primeros nos quieren y no nos quieren hacer ver que somos unos pedantes aburridos y a los segundos no les parece políticamente correcto mandarnos a la mierda, por lo que se quedan a hacer que escuchan. En ambos casos, ninguno está prestando atención, por lo que la necesidad de comunicación de todos los pensamientos que bullen en mi cabeza no se ve completada. Por este motivo he decidido escribir aquí lo que me dé la gana, entre otras cosas, mis teorías, comentarios sobre el último libro que he leído (o el que leí hace meses) o cualquier otra cosa que me apetezca, para que lo podáis leer aquellos que decidáis hacerlo, es decir, a los que os dé la gana.
Eso sí, que yo siga escribiendo en él, no depende de cuantos lectores tenga... sino de que me dé la gana hacerlo.
¡Un abrazo a todos!

miércoles, 9 de octubre de 2013

¡NOVATADAS!

¿Os acordáis de cómo fue el cambio del colegio al instituto?

Recuerdo que el colegio hizo una excursión al instituto para que lo conociéramos antes de entrar, y estábamos todos ¡acojonados! Los veteranos del instituto nos miraban como si fuéramos un rebaño de ovejitas y ellos el lobo feroz. Teníamos la mosca detrás de la oreja, buscando de donde vendría el primer globo de agua, intentando mantenernos juntos y a ser posible en el centro del pelotón, donde era menos probable ser objetivo de las bromas de los veteranos, pero tuvimos suerte y no pasó nada...ese día.
El último día de colegio, ya pensábamos que nos habíamos librado, ¡ilusos! A eso de las cinco de la tarde se abrió la veda y el parque se convirtió en un verdadero campo de batalla. Los “mayores” corrían detrás de nosotros armados con kanfort, rotuladores permanentes, huevos, etc... y a eso de las ocho no quedaba novato limpio sino que formábamos una procesión de entes, mojados, cubiertos de yema de huevo y con la cara negra, incluso alguno con bigote permanente...
¡Fue divertido!

Todavía me acuerdo de las risas con mi amiga y vecina cuando llegamos a casa y nuestros padres nos vieron de esa guisa...

¿Y vosotros? ¿Fuisteis novatos?

Un abrazo,

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